Todos hemos oído hablar de vinos jóvenes, crianza, reserva, gran reserva… Pero, ¿sabemos exactamente en qué se diferencian unos de otros?
Se trata de una clasificación de los vinos en función del periodo de crianza que hayan experimentado.
Vino joven
Por norma general, aunque los periodos exigidos pueden variar en función de los Consejos Reguladores de las distintas denominaciones de origen, los vinos jóvenes son los que se embotellan justo después de la o las fermentaciones (alcohólica y/o maloláctica) en los depósitos de acero. Ejemlo Bocopa: Laudum Nature o Alcanta Tinto.
Vino de semi crianza o roble
Es el vino que ha pasado menos de seis meses en la barrica, pero sin llegar a los periodos de crianza de los distintos consejos reguladores. Una de las características más relevante de los vinos semi-crianza, es que tiene una vida más larga que la de los vinos jóvenes. Ejemplo Bocopa: Laudum Roble
Vino de crianza
Según la Ley 24/2003, de 10 de julio, de la Viña y del Vino, el término «crianza» lo podrán utilizar los vinos tintos que cumplan un período mínimo de envejecimiento de 24 meses, de los cuales al menos 6 meses habrán tenido que permanecer en barrica de roble. Ejemplo Bocopa: Laudum Crianza.
Vino reserva
Según la ley, el término «reserva» lo podrán utilizar los vinos tintos que cumplan un período mínimo de envejecimiento de 36 meses, de los cuales al menos 12 meses habrán tenido que permanecer en barrica de roble. Ejemplo Bocopa: Laudum Reserva.
Vino gran reserva
Legalmente, los vinos en cuya etiqueta figura la palabra «gran reserva» son los que cumplen con un período mínimo de envejecimiento de 60 meses, de los cuales al menos 18 meses habrán tenido que permanecer en barrica de roble.Ejemplo Bocopa: Laudum Gran Reserva.
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